La Torre del Agua es una de las construcciones más nuevas de la capital aragonesa. Se compone por una alta torre de 73 metros de altura con una superficie accesible al público de alrededor de 10.000 m². Su arquitecto es el vallisoletano Enrique de Teresa.

La Torre del Agua iluminada de noche

Esta torre se construyó para la feria de la Expo 2008 junto a otros edificios igual de emblmáticos que tomaron mucho protagonismo en la muestra, como el Pabellón Puente, el Puente del Tercer Milenio, y las diferentes construcciones que pertenecían a todos los países que participaron.

Lo más curioso de la Torre del Agua es su arquitectura: tiene una planta con forma de gota de agua, sus perfiles de traza diagonal y los parasoles que siguen las rampas hacen que el edificio adopte formas muy diferentes en función del punto de vista desde el que se observa.

En ese periodo de tiempo en el que miles de personas acudieron a la Expo de Zaragoza, la Torre del Agua presentó en sus interiores la exposición «Agua para la vida».

El edificio consta de dos zonas diferenciadas por su extensión, aspecto externo y configuración interior y funcional: zócalo y torre. La planta zócalo tiene 3.300 m2, mientras que el resto se divide entre las diferentes rampas y rellanos de la Torre del Agua. En la planta superior se situará un bar panorámico de unos 720 m²

En cuanto a los contenidos temáticos que presentó la torre, a parte de la exposición comentada, ésta contó con varios elementos singulares tales como una cortina de agua situada en la entrada del zócalo, una espectacular fuente de agua-lluvia situada en su zona central, y el denominado “Splash”, una escultura de 23 metros de altura que reproduce una salpicadura de agua, siendo una metáfora que representa “la llegada de la vida al Planeta”.

En la actualidad, y después de la famosa Expo de Zaragoza (la cual tuvo muchos beneficios para la ciudad), la Torre del Agua se utiliza para exponer obras artísticas y como restaurante, ya que cuenta con un bar en la parte superior de la construcción.